Esta semana se celebra el día del padre. Gabriel tiene el mejor papá del mundo, bueno para mi es el mejor, y para el peque también.
Entre ellos hay algo especial. Recuerdo un día… Gabriel tendría casi 4 meses. Estaba tumbadito junto a mi en el sofá. Su papá se acercó y empezó a cantarle. De repente Gabriel balbuceaba y daba grititos como si lo acompañara. Cogí corriendo el móvil y lo grabé. Ese momento se ha convertido en uno de los más bonitos entre ellos, uno de tantos.
El papá de Gabriel se tumba en el suelo, y juega con él. Se sienta en el sofá y le lee un cuento. Se levanta de madrugada para ponerle el chupete. Lo saca del cochecito para que vea las luces por navidad, las fallas en marzo, lo baña, le hace cosquillas, lo besa… El papá de Gabriel mira al peque embobado, y el peque le mira y le sonríe.
Ahora le dice: ¿Qué hace Tarzán? Y hace el grito… Y Gabriel lo repite. Gabriel dice con fuerza Papá, lo llama a todas horas. Sonríe cuando le estamos esperando y ve llegar el coche. El papá de Gabriel se sabe el CD de Imaginarium de canciones para niños de pe a pa. Las canta en el coche, y Gabriel en su silla se mueve y marca el ritmo. En todos los semáforos el papá de Gabriel se gira, lo mira, le sonríe y le dice algo.
El papá de Gabriel es informático… Y no se si de casta le viene al galgo, pero antes de cumplir 8 meses, Gabriel ya sabía desbloquear el Ipad. Con su dedito arrastraba la flecha y pulsaba en el botoncito de la aplicación que le gustaba.
El papá de Gabriel es un gran padre, el mejor papá que Gabriel podría tener.
Así es que al papá de Gabriel y a todos los grandes padres, les deseo un día feliz, disfrutando de sus pequeños.